Al otro lado del río Rhein, famoso por las guerras mundiales, se encuentra la ciudad alemana de Khel, cuidad a la cual fuimos al supermercado debido a que en Alemania es mas barato comprar, es fácil llegar, solo hay que tomar un bus y ya cruzaste la frontera, nadie nos pidió nada ni visa ni pasaporte. Aquí comimos pollo con papas fritas, tamaño similar a los de Chile, y lo único malo es que si quieres mayonesa o ketchup, te lo cobran. Mercedes Benz hace notar su presencia en la ciudad con una fábrica y un impresionante edificio transparente de 5 pisos como vitrina para sus modelos. Un dato aqui los viejos pascueros son azules.
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